Pantallas, ansiedad y obesidad: La mirada de un profesional

¿Cuánto afecta realmente el uso de la pantalla en niños y adolescentes? En esta entrevista exclusiva con la Licenciada en nutrición María Leonie Vieyra vas a conocer todo lo que tenés que saber. 

- ¿Cómo afecta el uso excesivo de pantallas a la alimentación y hábitos alimenticios de los niños?

- Licenciada: Los niños cuando entran en el círculo de la ansiedad empiezan a preferir alimentos glucosados, desde bebidas, refrescos,jugos congelados, en cajas. Todo tipo de bebidas que vienen industrializadas tienen azúcar, pero lo peor es que tienen fructosa que es un azúcar industrialmente más accesible y más usado. 

El niño empieza, el hecho de preferir alimentos glucosados e hidrocarbonados (como los son las galletas, planificaciones, budines, cremas, alfajores), a tener como un vicio y el paladar necesita satisfacer ese umbral de dulce y se vuelve un ciclo vicioso. A la vez que el niño comienza a ingerir esos alimentos de preferencia, más obesidad genera y menos energía dispone. 

También el exceso de azúcar en el cerebro del niño propicia un extremo de ansiedad importante; entonces el niño pierde la capacidad de atención. Así han surgido y proliferado los TEA, los dispersos o los niños con problemas cognitivos.

¿Cómo pueden las escuelas y comunidades apoyar a las familias en la promoción de hábitos saludables en relación con la alimentación y el uso de pantallas? 

- Licenciada: Se pide por favor que los padres estén en alerta, en general las estrategias educativas y de concientización de los colegios debieran ser dirigidos a los padres, porque los padres son los efector directos del niño. Irónicamente suelen ser los padres los que ignoran o advierten esta situación o la desconocen, entonces es acá dónde viene el problema con el vínculo y la alimentación del niño. 

Unos porque generan obesidad, otros porque están dispersos y depresivos. Entonces, ¿qué es en realidad lo que está influyendo indirectamente a partir del uso de pantallas y otros estímulos en el sistema nervioso del niño? 

Es el juguete dónde escucha sonido y ve un bombardeo de imágenes que el niño no puede dominar ni entenderlo. Sumándole a esto que genera ansiedad. 

Las estrategias que se están implementando a través de programas educativos es: 

“En torno saludable”, un programa que se implementa en San Juan, que concientiza. Se hace a través de concursos por escuelas y se le da charlas al alumnado y a los padres para alertar y concientizarlos sobre esta situación. 

¿Qué estrategias pueden emplear los padres para manejar y reducir la ansiedad con la comida en sus hijos?

-Licenciada:

• Primero se aconseja que el niño no disponga de una pantalla o que se le permita tener espacios de ocio donde desarrolle la creatividad. Donde esa energía que ellos tienen contenida, que es grande, que salgan y la dispersen jugando. 
• Que se le imponga el hábito de un deporte, que el niño tenga un desgaste energético importante, constante y en él semana. 
• Y la educación alimentaria es fundamental, que llegue a través de los padres o de los profesionales. Los nutricionistas estamos en campaña educativa y llegamos a los colegios y a los pacientes. La función nuestra es educativa y muchas veces el niño toma más por cierto la palabra de un profesional que de los mismos padres. Bueno entonces la educación está dirigida a los padres. 
• Lo importante es desde la gestación de un hijo, que la mamá embarazada sea consciente que el niño va a heredar su estado nutricional. El niño aprende a vincularse con los alimentos desde la gestación y hereda el estado nutricional de la mamá. Es durante el embarazo donde propicia un poco el agrado a algunos alimentos que después serán transferidos a través de la lactancia materna.

Por eso se hace tanta campaña y tanto énfasis que el niño desde que nace hasta los 6 meses lo mejor que pueda recibir es la lactancia materna, también esto influye en el desarrollo cognitivo, en el desarrollo de las habilidades para generar vínculos y socializar. Los estímulos están todos ventajosamente propiciados con la lactancia materna. 

• Otra estrategia importante y aconsejada es que al momento de alimentarse: Desayuno, almuerzo, merienda y cena, el niño sea consciente que es algo importante y debe ser con alegría, sentado, cómodo, preparar la mesa, estar acompañado. Promover el vínculo familiar, no dejar por ejemplo un niño comiendo solo o que elijan al azar su merienda del colegio. Debe hablarse el por qué es el motivo que llevan tal alimento, en qué los va a beneficiar, ir educándolos desde pequeños 

Que ellos vean, incluso que puedan participar de la elaboración de los mismos. Que puedan generar sus viandas, de poder aceptar sus porciones, de no compararse con los demás y también es importante que los padres establezcan en la familia un parámetro; por ejemplo: en esta familia gaseosas no consumimos y que los niños lleven esa bajada familiar aun cuando no están los papás y están en otro ámbito. 

• Una rutina muy importante es que el niño, junto con el papá o con la mamá, antes de irse a dormir puedan planificar qué merienda va a consumir al otro día y elaborarla, armarla o verla que se prepara y se guarda con antelación para que esté lista para el otro día. 
• Desmitificar que hay alimentos aburridos, lo más difícil por cierto es incorporar las verduras y las frutas naturales. Las frutas naturales y las verduras suelen ser las más difíciles de incorporar a la dieta de los niños por el hecho de que estamos llenos de publicidades de alimentos industrializados que vienen ya instantáneos o preelaborados. Ese tipo de alimentos debe ser descartado de la dieta familiar por el hábito que generan los niños, sobre todo los niños muy chiquitos están armando su paladar y ellos realmente no tienen conciencia de los sabores. 
• El niño arma el paladar a medida que va incorporando el alimento. No tienen preestablecido el hábito de lo salado, lo dulce y amargo. Tal es así que hay muchos niños que pueden tomar elementos del piso, a veces van y se comen la comida de las mascotas porque ellos no entienden si está dulce o muy salado porque no tienen armado el paladar y madurado, esa sensibilidad nerviosa. Entonces es ahí cuando se aprovecha que puedan manejar el sabor natural de los alimentos que con el transcurso de su crecimiento ya se ve viciado porque se van agregando otros aditivos como el chocolate, saborizantes y azúcares que están demás. 

Licenciada en Nutrición, María Leonie Vieyra.